Villafranca del Bierzo, entrada al valle del Burbia. Villa nacida en la Alta edad Media situada en la confluencia de los ríos Burbia y Valcarce. Todavía se conservan vestigios de que fue durante siglos el núcleo más importante y poblado.
El Camino de Santiago y la iniciativa de los Marqueses de Villafranca engrandecieron esta localidad con la construcción de números conventos, iglesias, como la Iglesia de Santiago y su Puerta del Perdón, donde ganan el jubileo los peregrinos que debido a alguna enfermedad no pueden continuar a Santiago, la Iglesia de San Francisco, el único vestigio de lo que hasta el siglo XIX fue un convento franciscano. La Colegiata otro edificio religioso de obligada visita, y el Convento de la Divina Pastora, del siglo XII y antiguo hospital de Santiago. El Convento de La Anunciada, el Convento de la Concepción, y un Castillo con una imponente mampostería y cuatro torreones y una portada con arcos peraltados y los escudos de armas.
Una gran riqueza monumental que rematamos con al Calle de Agua. Un lugar especial donde se respira la historia de esta Villa, las casas señoriales, de piedra y balcones de forja adornados con flores.
Pero Villafranca no sólo cuenta con un patrimonio histórico-artístico, su patrimonio natural es muy destacado. Sotos de castaños y verdes prados salpican un paisaje perennemente verde, donde la arquitectura tradicional asienta sus cimientos en la tierra con naturalidad.