El espacio de los Ancares bercianos está formado por diferentes valles, cada cual con sus particularidades y su atractivo natural.
Valle de Burbia. Recibe su nombre del río que lo baña, el Burbia, afluente del río Sil. Entre su paisaje, destacan los sotos de castaños milenarios y Campo del Agua, pequeño pueblo conocido por conservar gran parte de sus pallozas ancestrales. Por el valle fluyen en dirección sureste las aguas del arroyo del Regato, donde se localizan los pueblos de Burbia, Penoselo, Bustarga y San Martín de Moreda. Más hacia el suroeste, a orillas del Burbia, encontramos Aira da Pedra, y aguas abajo Veguellina, Ribón y Paradaseca.
Burbia y el el Valle guardan importantes vestigios prerromanos, pues ya hace más de dos mil años habitaban estos montes. Un puente romano sobre el río Burbia es señal de ello.También podemos disfruta de la Iglesia Parroquial de San Esteban y la ermita de Santa Ana, construcciones típicas de la zona, restos de pallozas y numerosas casas de piedra, molinos harineros a orillas del rio Burbia, impulsados por agua, que servían para moler el grano de centeno en la fabricación del pan.