LOS MARANFALLOS
Por los carnavales en Burbia se celebran los carnavales de un modo muy especial. Los Maranfallos, en esta fiesta dichos Maranfallos, únicos por su vestimentas, llevan ropas viejas, hojas de distintas plantas y máscaras terroríficas, persiguen a las gentes del lugar arrojándoles ceniza y untándoles la cara con tocino, que no es otra cosa, que los testículos del cerdo secos, estos han sido guardados desde la matanza. Disfraces fuera de cualquier estética coherente y totalmente rústicos, que simbolizan lo peor de cada persona, podrían representar demonios rurales que imponían el terror entre las gentes del pueblo y sobre todo entre los más jóvenes.
Valle de Fornela
El Valle de Fornela esta dentro de la Reserva Nacional de la Sierra de Ancares. Se circunscribe al espacio existente entre el río Cúa y la Sierra del Padrón, incluyendo el cordal de la Loma de Cueros Altos. Estamos ante un valle de origen glaciar, recorrido de norte a sur por el río Cúa, eje principal del valle encajado entre altas montañas que alcanzan los 2000 m. Y en las que crecen robles, castaños, acebos, avellanos, arándanos, hayas, tojos y abedules. Por estos bosques podemos ver una abundante fauna con ejemplares de jabalí, corzo, lobo, águila real, conejos, rebecos y recientemente familias de oso pardo.
El clima que presenta es el oceánico de montaña y de su origen prehistórico nos quedan diferentes asentamientos o castros prerromanos, como el de Chano y el de Trascastro.
¿Un San Valentín diferente?
Ven a disfrutar de un entorno de montaña, nieve y naturaleza en estado puro. Valles llenos de encanto para disfrutar con la persona que más quieres.
Ancares Bierzo os ofrece una alternativa para San Valentín, alojarse en una Casa Rural en los Ancares Leoneses.
Un lugar especial donde celebrar el amor al calor del fuego de una chimenea, paseando por un entorno idílico con los valles de fondo y despertar rodeado de naturaleza y cielos azules. Los Ancares Bierzo, declarado Reserva de la Biosfera, caminos que son interminables, un montón de rutas y senderos, descubrir pinturas rupestres y edificaciones tradicionales que os sorprenderán. Sin olvidar la gastronomía más tradicional de la comarca, productos de la tierra como el Botillo, las carnes a la brasa y todos los productos recogidos de la huerta. Quesos de cabra, los postres caseros y los vinos de la tierra.
Pereda de Ancares
Situado en la comarca de los Ancares, Pereda es un punto estratégico dentro del Valle, entre montañas y bosques de nogales es el punto de partida para los senderistas y excursionistas que quieren disfrutar de la naturaleza y la alta montaña. La Sierra de Ancares, paraje que fue calificado como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Las calles del pueblo guardan un encanto en la que parece no haber pasado el tiempo, las viviendas de sus escasos 50 habitantes, son blancas con tejados de pizarra. También podemos ver una palloza, que nos trasporta sin cerrar los ojos a otros tiempos que parece no se hallan ido.
RUTA. PEREDA DE ANCARES – CAMPO DEL AGUA
Distancia total – 21 km.
Tiempo Aproximado – 3 h
Punto de Inicio – Pereda de Ancares
Punto de Llegada – Campo del Agua
Los 21 kilometros que van desde Pereda hasta Campo del agua nos llevan a visitar las brañas, zonas altas cubiertas de pastos. Estos prados dejan paso al valle glaciar del Burbia, una imagen típica de los Ancares. Ahora es cuando comienza la pronunciada subida a Campo del Agua, poblado de pallozas hasta el año 1989, en el que ardieron la mayoría. En la actualidad algunas de ellas han sido rehabilitadas y vuelven a ser ocupadas evocando otros tiempos. En Campo del Agua casi todas las pallozas son de planta rectangular con las esquinas redondeadas, con un trazado tradicional que se adapta al desnivel del suelo apoyándose en la ladera del monte y las cubiertas o teitos son de paja de centeno.
Balouta, exponente de la arquitectura tradicional de Ancares
Balouta es un pueblo que pertenece al municipio de Candín, al Sur del pueblo se encuentra la sierra de Ancares. Balouta fue hasta finales del siglo XX el máximo exponente de la arquitectura tradicional de Ancares, las pallozas y donde mayor número se conserva dentro de los Ancares Leoneses.
Las pallozas son de líneas redondeadas, acomodándose al desnivel del terreno. Son de piedra caliza pizarrosa. La cubierta “teitada” con paja de centeno y rematada haciendo un trenzado con los colmos de paja que además de ser un elemento útil ante el deterioro natural, resulta decorativo. En uno de los costados se abren los vanos que son dos puertas de acceso a la vivienda y de entrada a la cuadra. El armazón es de madera, que con el paso del tiempo se ve ennegrecida por el humo del hogar.
El oso pardo vive en los Ancares
Los Ancares bercianos ocupan una superficie aproximada de 62.000 ha, donde una red de ríos, valles y cumbres dan cabida al desarrollo y supervivencia de su flora y su fauna. La riqueza de su entorno natural ha hecho que los Ancares estén considerados como parte de la Reserva Natural de la Sierra de Ancares. El oso pardo, encuentra en los bosques de alta montaña, el hábitat necesario para su supervivencia y los Ancares Bierzo cumplen con los requisitos.
La presencia del Oso Pardo en la sierra de Los Ancares es cada vez más evidente, los avistamientos se confirmar y se cifra en unos 180 el número de osos que habitan la denominada subpoblación occidental de la Cordillera Cantábrica. Es fundamental para las hembras que encuentren en su hábitat las condiciones de alimento y refugio necesarias para seguir habitando al zona y dando crías, desde Ancares Bierzo no podemos más que cuidar nuestro entorno para que la población de Osos Pardos siga creciendo y podamos disfrutar de un naturaleza viva.
RUTA. BURBIA – CAMPO DEL AGUA
DISTANCIA TOTAL – 23 km
TIEMPO APROXIMADO – 6 h
PUNTO DE PARTIDA – Burbia
PUNTO DE LLEGADA– Campo del Agua
RECORRIDO– Lineal
DESNIVEL – 385 m
DIFICULTAD – Fácil
TIPO DE SENDA – Camino o pista
En este ruta por los Ancares, desde la primera fuente en el centro del pueblo de Burbia hasta Campo del Agua vamos a disfrutar no solo del paisaje de sotos de castaños y robles, patrimonio natural que nos acompaña todo el recorrido, también de las construcciones tradicionales de la zona. Pasaremos el puente de piedra sobre el río, unos 500 m nos desviamos por un camino entre los castaños, que sube hacia el “Castro de pena tallada” y baja hacia la pista que va a Campo del Agua. En Cruz do Pando, muy cerca ya de Campo del Agua donde, en su barrio de El Regueiral, se encuentran varios ejemplos de pallozas bien conservadas y las cabañas de pizarra, típicas de la comarca. Campo del Agua, Bien de Interés Cultural por sus pallozas y hórreos, es también Lugar de Interés Geológico.
VALLE DEL BURBIA
El espacio de los Ancares bercianos está formado por diferentes valles, cada cual con sus particularidades y su atractivo natural.
Valle de Burbia. Recibe su nombre del río que lo baña, el Burbia, afluente del río Sil. Entre su paisaje, destacan los sotos de castaños milenarios y Campo del Agua, pequeño pueblo conocido por conservar gran parte de sus pallozas ancestrales. Por el valle fluyen en dirección sureste las aguas del arroyo del Regato, donde se localizan los pueblos de Burbia, Penoselo, Bustarga y San Martín de Moreda. Más hacia el suroeste, a orillas del Burbia, encontramos Aira da Pedra, y aguas abajo Veguellina, Ribón y Paradaseca.
Villafranca del Bierzo entrada al Valle del Burbia
Villafranca del Bierzo, entrada al valle del Burbia. Villa nacida en la Alta edad Media situada en la confluencia de los ríos Burbia y Valcarce. Todavía se conservan vestigios de que fue durante siglos el núcleo más importante y poblado.
El Camino de Santiago y la iniciativa de los Marqueses de Villafranca engrandecieron esta localidad con la construcción de números conventos, iglesias, como la Iglesia de Santiago y su Puerta del Perdón, donde ganan el jubileo los peregrinos que debido a alguna enfermedad no pueden continuar a Santiago, la Iglesia de San Francisco, el único vestigio de lo que hasta el siglo XIX fue un convento franciscano. La Colegiata otro edificio religioso de obligada visita, y el Convento de la Divina Pastora, del siglo XII y antiguo hospital de Santiago. El Convento de La Anunciada, el Convento de la Concepción, y un Castillo con una imponente mampostería y cuatro torreones y una portada con arcos peraltados y los escudos de armas.
Una gran riqueza monumental que rematamos con al Calle de Agua. Un lugar especial donde se respira la historia de esta Villa, las casas señoriales, de piedra y balcones de forja adornados con flores.
Fin de Año en Ancares Bierzo
Ancares Bierzo os ofrecen una alternativa para estas fiestas, alojarse en una Casa Rural en los Ancares Leoneses. Un lugar especial donde celebrar esta noche tan especial, al calor del fuego de una chimenea, paseando por un entorno idílico con los valles de fondo y despertar rodeado de naturaleza y cielos azules. Los Ancares Bierzo dan la posibilidad de disfrutar no solo del paisaje maravilloso de los valles glaciares, sus sendas interminables y su naturaleza pintada de blanco. Declarado Reserva de la Biosfera, caminos que son interminables, un montón de rutas y senderos, descubrir pinturas rupestres y edificaciones tradicionales que os sorprenderán. Sin olvidar la gastronomía más tradicional de la comarca, productos de la tierra como el Botillo, las carnes a la brasa y todos los productos recogidos de la huerta. Quesos de cabra, los postres caseros y los vinos de la tierra.
Ancares senderismo
Ancares Bierzo ofrece grandes posibilidades para practicar deportes de montaña, como el senderismo, ya que existen numerosas rutas, todas ellas espectaculares y especiales en cada estación. Con la llegada del invierno, las montañas se cubre de blanco. Pero ahora en otoño, la naturaleza tiñe de ocre los bosques de robles, hayas y abedules, la gran variedades de tonalidades entusiasma a cualquier visitante, mientras respira el olor a tierra mojada. En estos bosques habitan jabalíes, corzos y urogallos, incluso se ha visto algunos osos, lobos, águilas reales y faisanes.
Un paseo por la arquitectura tradicional
Son numerosas las edificaciones que permanecen como testigos de otro tiempo. Los pueblos actuales se asientan muy cerca de antiguos castros, de los que sólo podemos observar -salvo en el de Chano- la base de anchos muros que hablan de la necesidad de vivir juntos, muy cerca unos de otros, para soportar las inclemencias de un medio hostil. Esa necesidad se trasladó a los pueblos y cualquier recorrido por estos valles descubrirá las antiguas, pero efectivas, maneras de sobrevivir que han llegado a nuestros días. Y entre éstas, es fundamental la palloza, la vivienda típica ancaresa, de muro de piedra y techo de paja (teito) que ha perdurado hasta hace bien poco por ser la única respuesta coherente a las circunstancias del entorno. Junto a ella se sitúa frecuentemente el hórreo ancarés, que tiene planta cuadrada de pared de madera y también tiene cubierta de paja.
Los hórreos
Fruto de la proximidad con Galicia y Asturias, encontramos diferentes hórreos salpicando por los diferentes pueblos de los Ancares bercianos. Los hórreos son antiguas construcciones con estructura de madera y techo de paja donde almacenaban la cosecha. Una de sus diferencias más notables con las tradicionales pallozas, es que los hórreos son de planta cuadrada y se elevan sobre cuatro pilares con el fin de aislar de la humedad el contenido del mismo.
Etimológicamente, la palabra hórreo proviene del latín y este a su vez del griego, cuyo significado es el de «granero». Se caracterizan por ser espacios oscuros y fríos pero con una buena ventilación. Debido a la importancia que la agricultura y la ganadería tenían no hace mucho tiempo, estas construcciones suponían gran parte del sustento doméstico.
El castillo de Balboa
Son escasos los restos que nos quedan del castillo de Balboa, si bien significativa es su ubicación. Situado sobre una colina domina todo el valle. Se cree que se edificó sobre un castro celta-astur con finalidad defensiva. Su carácter señorial se refleja en las referencias a su pasado. Durante el siglo XIV perteneció a D. García Rodríguez, pasando en el siglo siguiente a manos del Conde de Lemos y posteriormente a los Marqueses de Villafranca, ya en el siglo XVI. Más tarde los Reyes Católicos lo comprarían para incorporarlo a la Corona de León.
Fuentes y manantiales
Los Ancares se caracterizan por ser una zona con abundante vegetación y abundante agua. Ríos, arroyos, fuentes y manantiales nutren la extensa y rica flora de esta zona.
A lo largo de esta sección, os iremos mostrando diferentes rutas y fuentes de gran atractivo para los amantes de la naturaleza y el senderismo. También visitaremos los lagos glaciares, que durante la época estival se deshielan dando lugar a un atractivo punto de recreo.
A continuación os dejamos una relación de las fuentes y manantiales que encontraremos a lo largo y ancho de los 4 valles de Ancares Bierzo:
El castro de Chano
El Castro de Chano es un importante yacimiento arqueológico prerromano datado entre finales del siglo I a C. y principios del siglo I d C. En las inmediaciones al castro se ha puesto en marcha del Área Temática del Castro de Chano, un espacio donde se muestra la forma de vida de los antiguos pobladores y se explica el tipo de construcción llevada a cabo.
Al castro se accede a pie, y se encuentra apoyado en una ladera de la montaña. Las labores de recuperación han puesto en relieve parte de los fosos, recintos amurallados y viviendas circulares de dos alturas, que recuerdan a las típicas pallozas de Ancares.
Descubriendo la naturaleza de los Ancares bercianos
En cualquiera de los pueblos de Ancares-Seo se ofrece a los amantes de la naturaleza grandes paseos por estrechos valles y pequeñas montañas. En los valles y junto a los ríos se aprietan los prados para el ganado. Recortan las fértiles riberas, atravesadas a su vez por regueros que reparten el agua previamente desviada desde los vanzaos, y los chopos, fresnos, mimbres… los rodean. Las sendas que ascienden desde ellos y nos acercan los castaños, los robles, los nogales, los cerezos… Los caborcos descienden apresuradamente su agua la mayor parte del año y se apretujan los árboles a su alrededor dando paso a los prados altos y el monte bajo. Alcanzando las alturas superiores de las pequeñas montañas. La variedad arbórea enciende múltiples colores que evolucionan con las estaciones dando cuadros de gran variedad cromática.