Descubriendo la naturaleza de los Ancares bercianos
En cualquiera de los pueblos de Ancares-Seo se ofrece a los amantes de la naturaleza grandes paseos por estrechos valles y pequeñas montañas. En los valles y junto a los ríos se aprietan los prados para el ganado. Recortan las fértiles riberas, atravesadas a su vez por regueros que reparten el agua previamente desviada desde los vanzaos, y los chopos, fresnos, mimbres… los rodean. Las sendas que ascienden desde ellos y nos acercan los castaños, los robles, los nogales, los cerezos… Los caborcos descienden apresuradamente su agua la mayor parte del año y se apretujan los árboles a su alrededor dando paso a los prados altos y el monte bajo. Alcanzando las alturas superiores de las pequeñas montañas. La variedad arbórea enciende múltiples colores que evolucionan con las estaciones dando cuadros de gran variedad cromática.